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Los estilos educativos parentales. Y tú, ¿qué tipo de padre/madre eres?

Los estilos educativos hacen referencia a la forma cotidiana de actuar de los padres con sus hijos. Si bien, todas las familias tienen su manera particular de comportarse ante situaciones cotidianas, por ejemplo, a la hora de tomar decisiones o de resolver los conflictos, estas características de comportamiento suelen poder categorizarse en patrones comunes. La finalidad de encuadrar el estilo educativo de las familias, o de cada padre en particular, es facilitar la mejora de la convivencia pudiendo así, observar los aciertos y errores en el proceso de educación de los hijos, de este modo, se favorece el conocimiento de los puntos fuertes y los débiles, permitiendo gestionar las mejoras poco a poco.

Actualmente, ya no se contempla este estilo como algo predeterminado e inamovible, si bien, es cierto, que todos tenemos tendencias aprendidas de nuestros padres, familiares, etc., éstas se pueden cambiar para mejorar la forma de atender a los hijos y convertiros en la madre o padre que siempre quisisteis ser.

A continuación, vamos a ver los estilos más comunes:

ESTILO SOBREPROTECTOR

Este estilo es muy conocido. El comportamiento de los padres cuyo estilo principal de educaciónse puede observar en las siguientes modos de actuación:

  • – Son padres temerosos que evitan que el niño realice actividades que consideran arriesgadas, o peligrosas.
  • – Dan constantemente lecciones y recordatorios acerca de cómo “debe” y “no debe” actuar, resolviéndole los problemas que pueden surgir con sus amigos o profesores, aleccionándoles, sin dejarles pensar por sí mismos.
  • – Atemorizan a los niños sobre actividades o situaciones potencialmente peligrosas, para que no hagan o dejen de hacer algo que desaprueban.
  • – Actúan creyendo que su hijo no puede actuar solo y les necesitan para cualquier situación por esta razón suelen dárselo todo hecho. Asimismo, elogian este tipo de situaciones de búsqueda de apoyo.
  • – Elogian casi exclusivamente las conductas del niño de búsqueda de apoyo en el educador para resolver sus problemas.
  • – Los padres albergan sentimientos de culpa cuando no consiguen evitarle al niño cualquier situación dolorosa o simplemente incómoda.

Los efectos de este estilo educativo sobre la actitud y desarrollo son: 

  • – Los niños se muestran inseguros, dependientes y con muchos miedos.
  • – Estos niños suelen tener una autoestima baja y un autoconcepto negativo ya que no han podido experimentar éxito para resolver sus problemas.
  • – Son niños inmaduros a nivel emocional y de autonomía personal, presentando retraso en estas áreas: tardan más en lograr el control de esfínteres, dormir solos, dilatan el uso del biberón, etc.
  • – Buscan constantemente la aprobación en todo lo que hacen, primero de sus padres, y más tarde de otras personas: parejas, jefes, etc.,, convirtiéndose en personas dependientes emocionalmente.
  • – No se responsabilizan de las cosas que hacen mal y se muestran pasivos ante los problemas, ya que esperan que alguien se las solucione. Cuando llegan a la adultez, no suelen estar preparados para afrontar responsabilidades, viviendo su día a día como difícil de soportar.

El comportamiento, en resumen, de las familias en las que predomina este estilo está simbolizado por la resolución del conflicto a partir de los deseos del niño, de forma que los hijos consiguen lo que quieren, llorando o pataleando, culpando a los padres como responsables de su sufrimiento. Los padres se muestran muy inseguros en la crianza y sufren enormemente.

EL ESTILO PERMISIVO

Los padres que tienden a este estilo educativo, suelen comportarse según las siguientes características:

  • – Son padres que muestran altos grados de afecto y comunicación si bien, carecen de normas y límites lo que se traduce en falta de control y ausencia de exigencias de madurez hacia los hijos.
  • – La interacción entre el adulto y el niño está mediada por los intereses y deseos del niño, tratando constantemente los padres de adaptarse a las necesidades del niño.
  • – Estos padres consideran que no han de usarse ni premios ni castigos en la educación. Los niños han aprender en la vida lo que está bien y lo que está mal por sí mismos, entienden que los hijos son buenos por naturaleza y saben qué tienen que hacer, de forma instintiva.
  • – Piensan que a los niños hay que darles todo lo que piden, especialmente aquello que los padres no pudieron tener.
  • – No hay una orientación dada por los padres, los hijos crecen sin pautas de conducta.
  • – Los padres permisivos creen que la mejor forma de educar a sus hijos es volviéndose sus mejores amigos.
  • – Al dejar al niño dirigir la interacción entre adulto y niño, los padres no tienen herramientas para gestionar la conducta de los hijos cuando éstos crecen.

Repercusiones en los niños educados con este estilo educativo:

  • – Son niños que no suelen tener referentes ni un código de conducta marcado, y por tanto, no saben a qué atenerse en cada momento.
  • – Los hábitos y su comportamiento dependen de ellos, ya que no hay normas ni límites que definan lo permitido y lo no permitido.
  • – No suelen tener hábitos ni saben esforzarse para lograr un objetivo. A primera vista son entusiastas y vivaces pero son más inmaduros e incapaces de controlar sus impulsos. Asimismo pueden cambiar de estado de ánimo con una cierta facilidad.
  • – Es posible que aparenten ser fuertes, no obstante, suelen defender lo que han establecido ellos mismos, ya que son las únicas normas que conocen, lo que supone una dificultad en la relación social y la flexibilidad ante los límites de otros.
  • – Los hijos de padres permisivos comúnmente son desordenados y no tienen respeto a las normas. Cualquier intento de establecer límites resulta en arrebatos de cólera incontrolables.
  • – Carecen de autocontrol y son poco persistentes en las tareas.

El comportamiento, por tanto, de las familias en las que predomina este estilo, está caracterizado por niños que establecen sus propios límites y carecen de normas para comportarse.

ESTILO AUTORITARIO:

El comportamiento que caracteriza a los padres con este estilo educativo, son las siguientes:

  • – El estilo autoritario comprende que el respeto de los hijos proviene del temor y que los niños tienen la obligación de comportarse y hacer exactamente lo que ellos dicen a cada momento.
  • – Tienden a fijarse casi exclusivamente en el comportamiento que consideran erróneo e inadecuado, atienden a los errores y equivocaciones, obviando las conductas adecuadas. Suelen criticar a sus hijos (eres inútil), no a sus actitudes (esto aún nos has aprendido a hacerlo).
  • – Su forma de hacer referencia a situaciones concretas es generalizando «es que tu siempre», «es que tú nunca».
  • – No suelen dialogar con sus hijos ni reconocen si se ha precipitado o equivocado al juzgar y penalizar una situación, ya que piensan que dar marcha atrás les va a restar autoridad y respeto.
  • – Suelen amenazar y castigar constantemente, sin alcanzar acuerdos para la mejora de la actitud de su hijo.

 Los niños que son educados prioritariamente con este estilo de educación, suelen mostrarse:

  • – Al igual que sus progenitores, intolerantes con los demás: no permiten ningún fallo o desviación de la norma. Asimismo, viven con elevados niveles de ansiedad ante la ejecución de cualquier reto ya que, bajo su prisma, sienten que no pueden equivocarse, viviendo casi exclusivamente pensando en evitar su fracaso.
  • – Desarrollan un concepto de sí mismo negativo, puesto que reciben constantemente críticas a su persona.
  • – Siente rencor hacia sus educadores y pueden mostrar conductas desafiantes, cansados de no recibir ninguna recompensa por cumplir las normas.
  • – Se favorecen sentimientos de agresividad, de odio, al no sentir suficiente autonomía personal, además de generar culpabilidad por no cumplir las expectativas de sus padres.
  • – Este estilo favorece el uso de la mentira, por ocultar el niño su fracaso y pasar el control de sus padres.

En resumen, este estilo se caracteriza por que el objetivo del padre es que el niño aprenda a seguir la norma y tenga una disciplina adecuada, obviando la personalidad e ideas del niño.

ESTILO ASERTIVO:

Los comportamientos más representativos de los padres en los que predomina este estilo educativo, son:

  • – Son padres que educan a sus hijos, reconociendo sus puntos débiles, observando y favoreciendo el esfuerzo que realizan para mejorarlos.
  • – Estos padres consideran que se pueden equivocar en sus decisiones, como cualquier ser humano.
  • – Suelen buscar y potenciar el aprendizaje autónomo de los hijos, promoviendo así la orientación y motivación hacia el logro en los hijos.
  • – Se muestran orgullosos de los logros e ignoran comportamientos inadecuados excepcionales, dándoles una alternativa para poder mejorar en el futuro cuando se presente una situación similar.
  • – Suelen ser flexibles, dejando a los niños que desarrollen su creatividad y usen su propio razonamiento cuando tienen que solventar situaciones cotidianas.
  • – Las normas de convivencia y comportamiento son claras y estables, se muestran inflexibles en conductas que se hayan establecido como inaceptables.
  • – Cuando se dan un comportamiento inadecuado, sus reacciones son moderadas, sin gritos ni dramatizaciones.
  • – Cumplen lo pactado, tanto si es un premio como si es un castigo.
  • – Basan su educación en la transmisión de sus propios valores, dando ejemplo de aquello en lo que creen.
  • – Las relaciones entre padres e hijos están presididas por el respeto mutuo y la cooperación, induciendo en los hijos habilidades de trabajo en equipo.

Las repercusiones en el desarrollo de los niños cuyos padres educan principalmente con este estilo educativo, son:

  • – Consolidan comportamientos adecuados, porque la respuesta de sus padres siempre es la misma ante similares situaciones, su marco de referencia es claro y, por lo tanto, su comportamiento.
  • – Los hijos aprenden actitudes de cooperación, de toma de decisiones y respeto por las reglas.
  • – Los niños tienen autoestima alta, se perciben a sí mismos como personas adecuadas y capaces para desenvolverse en el mundo.
  • – Respetan a sus padres y otras personas. Han desarrollado su capacidad de empatía, teniendo en cuenta lo que piensan y sienten las personas que le rodean.
  • – Su nivel de frustración es adecuado, ante una recriminación, reaccionan con afán de superación. Saben que pueden hacerlo mejor.
  • – Como han podido ser creativos y razonar por sí mismos, toman decisiones en función de las consecuencias que esperan obtener.
  • – Estos niños se sienten aceptados y queridos tal y como son, por lo que su autoestima es elevada. Afrontan los problemas con mayor decisión.

La característica fundamental de este estilo educativo es la educación. Los padres enseñan a aprender a sus hijos, dotándoles de las herramientas necesarias, corrigiendo con cariño y respeto cuando se dan errores, favoreciendo la motivación hacia el logro.

La finalidad de leer estos estilos es poder analizar vuestra forma de responder a vuestros hijos, para poder mejorar la forma de interactuar. En ningún caso debe usarse esta información para sertiros culpables o reprochar al otro progenitor. Si queréis mejorar vuestro estilo parental, podéis acudir a los talleres de nuestro centro Instituto Terapéutico Integral, para que, de un modo relajado, aprendáis nuevas herramientas que os faciliten la convivencia con vuestros hijos.

Silvia Orenes Molina

Psicóloga MU-2058

Especialista en Perinatal e infanto-juvenil

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